#485 Consagración De Los Sacerdotes – Parte 3

             La Función Del Hombre Interior


Ahora que nos hemos reenfocado en la consagración del nuevo hombre interior, en vez de la consagración del hombre exterior, vamos a reformular toda el área de la Consagración. Nuestra “doctrina” de ahora en adelante es que la consagración total no es, en este tiempo, ni nunca ha sido, una opción para la Iglesia que Cristo está construyendo. Ningún cristiano casual o creyente tibio será jamás aceptado en la Iglesia Candelero. Por esa razón ningún creyente informal o casual será aceptado en el Ministerio Sacerdotal. Por la misma exacta razón no habrá ningún cristiano casual o tibio en el reino de sacerdotes ni, ciertamente, en el Gobierno del Reino de Dios.


Por lo tanto, la única conclusión que podemos deducir de lo que hemos mencionado anteriormente es que debe haber OTRO ámbito para el ladrón en la cruz, los que están bajo el altar de bronce y los que están de pie ante el Lavacro o Mar de Cristal e incluso los que están delante del trono de Dios. En otras palabras, debe haber varios lugares en el Tabernáculo de Dios para los “salvos” que no se desarrollaron o maduraron.


Creemos que Dios ha revelado claramente estos lugares en el tabernáculo eterno de Dios, como la Nueva Tierra, el Nuevo Cielo y la Nueva Jerusalén. En el cielo actual o presente creemos que estos tres lugares han sido revelados como el Atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El Lugar Santísimo es donde Dios habita. El Tabernáculo de Moisés es figura y sombra del tabernáculo que es ahora “el cielo”. Cuando morimos vamos al Tabernáculo en el reino invisible que se llama cielo. ¡Gracias a Dios por el tabernáculo visible porque nos da comprensión acerca del plan y propósito de Dios! También nos revela lo que Dios se propuso en sí mismo antes que el mundo fuese y antes de la creación de la tierra.


También creemos, que SI predicamos el Reino de Dios como realidad presente, es fundamental que prediquemos con claridad la diferencia entre estos tres lugares. Es esencial que cada creyente esté plenamente informado sobre las exigencias del Reino y por qué la consagración plena y total es obligatoria. ¿Por qué esto debe ser predicado con claridad? Debido a que esto tiene que ver con nuestro destino eterno y lo que Dios se propuso para sí mismo en la creación.


Puesto que el evangelio de la gracia ha estropeado totalmente al evangelio de a cualquier precio del auténtico discipulado o a la necesidad de madurez o de desarrollo, es esencial que una palabra clara del Reino sea predicada. ¿Por qué? Simplemente porque el evangelio de la gracia declara que “Ya somos salvos” y que no es posible que se pueda lograr ser “más que salvos. Ser “Salvos” se ha convertido en el objetivo de las asambleas del Atrio, donde se desconoce el propósito eterno de Dios y donde lo que Dios se propuso para sí mismo en la Creación es ignorado. El evangelio de la gracia se centra en dos o tres escrituras no teniendo en cuenta el resto de la Biblia o considerándolo como algo sin importancia.


Colosenses 2:9-10 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El, (10) y habéis sido hechos completos en El, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad;


Esta escritura (según el evangelio de la gracia), dice que cada uno de nosotros que hemos recibido a Jesús como Salvador personal ya está completo en Cristo. Por lo tanto, no hay nada más que hacer. Jesús llegó al trono de Dios y como estoy “en Cristo “, también yo, estoy sentado en el Trono de Dios.


Sin embargo, la Biblia dice que “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me senté con mi Padre en Su trono”.” El evangelio de la gracia dice: “Puesto que Jesús venció y está sentado en el trono, entonces como yo estoy en El eso significa que ya soy un vencedor”. En otras palabras todo lo que se atribuyó a Jesucristo se me ha atribuido a mí, si lo acepto como mi Salvador personal.


Ya que este “evangelio” suena lógico, ha sido aceptado universalmente como una verdad bíblica e incluso, hoy en día, es predicado en algunas iglesias pentecostales. Este ES el verdadero problema con los Ministerios del Atrio. Ellos sólo reconocen lo que es visible y lógico. Si ya estamos “completos” en el altar de bronce entonces las vestiduras, el lavacro, el aceite de la unción y la consagración son todos sin importancia. El crecimiento y desarrollo no es necesario porque Jesucristo ya está maduro, y como yo estoy en El, ya estoy totalmente crecido y maduro en El.


El problema está en todas las otras escrituras que insisten en que crezcamos en todas las cosas en Cristo, y que seamos (en experiencia) de acuerdo a su imagen. La Biblia dice que tenemos que “Ir a la perfección.” Pablo insistió en que aún no era perfecto y sin embargo cada fundamentalista insiste en que ya es perfecto con sólo aceptar a Jesús como su Salvador personal. El Tabernáculo es rechazado de plano diciendo: “Pero eso es el Antiguo Testamento”.


Menciono esto porque la insistencia en La ofrenda total de consagración es considerada, por muchos grupos, una falsa doctrina. Jesús se hizo pobre para que yo pudiera ser rico. Jesús murió para que yo pudiera vivir. Jesús sufrió para que yo no tuviera que sufrir. Jesús tomó la maldición para que pudiera recibir la bendición. Esto suena bien, y es cierto, pero es presentado como si fuese todo el evangelio. Cualquier otra cosa es considerada como una falsa doctrina. El mensaje del Reino también se considera como una falsa doctrina, porque dicen que el reino no es para este tiempo, sino que se ha postergado hasta el reino milenario de Cristo.


Por esta razón, los cuatro primeros párrafos de este estudio serán declarados como una falsa doctrina. ¿Por qué? Debido a que estas cosas son “ obras “que no pueden” salvar “y que son condenadas por la Biblia. Casi todas las objeciones del mensaje del Reino se centran en este asunto de ser “salvo”. ¿Por qué “salvo” es un problema? ¿Porque la Biblia habla sin duda acerca de la salvación? El problema es que la “salvación” es un proceso y no un evento que toma lugar una vez y luego queda en el pasado. El Perdón de pecados es el “acontecimiento”, pero ha sido extrañamente evaluado como “salvación total”.


Sin embargo, nada de esto nos frenará de compartir sobre el Reino de Dios o sobre la consagración total necesaria para poder participar en el Reino de Dios. Ni nos va a desanimar de compartir sobre la madurez experimental, sobre ser conformados a Su imagen y crecer en todas las cosas en Cristo. No vamos a perder nuestro entusiasmo en decirles a los creyentes tibios y casuales que serán vomitados del Cuerpo de Cristo. Hemos desarrollado nuestra propia mantra que es: ¡hay una enorme diferencia entre creer algo acerca de Jesús y cumplir con el propósito para el cual Dios nos ha salvado!


A medida que examinamos los versículos sobre la gracia vemos que en realidad hay una primera “gracia salvadora”, pero también hay una “gracia VIVA cotidiana” y una “gracia para ministrar” y una “gracia para terminar la carrera” y una “gracia para morir”. Cada nivel de la gracia debe ser recibido de Dios a medida que crecemos y lo vamos necesitando. Esto también es “la gracia de Dios.” Sin embargo, la gracia de Dios nunca se dio como excusa para estancarse en las primeras experiencias básicas cristianas.


Por eso creo que hay una “Gracia para la Consagración” que acompaña a la revelación del Reino de Dios y sus diversos requisitos. A menos que Dios nos conceda “Gracia del Reino”, para reconocer y rendirnos ante el gobierno interno de Dios, permaneceremos en la ignorancia. A menos que Dios nos dé “gracia DE VIDA” para vivir y manifestar las leyes del Reino experimentalmente no vamos a desarrollar un mensaje efectivo que pueda convencer a otros de la validez del Reino como una Realidad Presente. Si el Reino fuera sólo de palabras entonces podría ser posible. Pero como el Reino se manifiesta en el poder y la manifestación del Espíritu entonces TIENE que convertirse en la experiencia de una realidad interna, de un Gobierno interno con leyes internas que son asimiladas y cumplidas a través de la obediencia. Esto no sucederá sin la “Gracia del Reino”! Es mi opinión que Dios sólo nos enseña sobre el Reino y nos revela sus secretos y misterios a los que viven en la dimensión del Reino.


Estoy especulando que esto no sucede a la luz natural del atrio. Por lo tanto, la dimensión del Reino comienza a ser revelada en el Lugar Santo y a la luz espiritual de los siete espíritus de Dios. La revelación de los misterios del Reino viene de los panes de la proposición, cuando son iluminados por los siete espíritus de Dios. Ya que los panes se deben comer, entonces parece que la Realidad del Reino se manifiesta en el nuevo hombre interior. Es por esa razón que nos estamos enfocando en la “Consagración” del nuevo hombre interior.


Sé lo que se preguntarán: “¿Pero cómo lo hacemos y qué palabras debemos usar? Este es el problema con el reino invisible del nuevo hombre interior, la naturaleza invisible del sacerdocio y la dimensión invisible de la vida y el Ministerio del Lugar Santo. La Consagración en este reino invisible es una vida entregada totalmente al plan de Dios y a su propósito. Por supuesto, esto es demasiado abstracto para que la gente en el Atrio pueda comprender. ¿Por qué? Porque esto no está en el reino natural o visible, ni incluso en el reino de la lógica. Esta “consagración” se centra en el cumplir con la más alta intención de Dios para el hombre, que fue diseñada antes que el mundo fuese! La provisión de Dios está diseñada para permitir que el hombre consagrado funcione en plenitud en la creación y el tiempo asignado a él. ¿Cómo lo sabemos? Porque eso es lo que nuestro hombre Prototipo hizo. ¿Por qué es este el supremo llamamiento hoy en día? Porque, es en este período de tiempo en que Dios nos está preparando para el Reino Eterno. Nuestra función en el Lugar Santo y en el ministerio del sacerdocio es una parte integral de nuestra preparación. ¡Lo sabemos por el Hijo prototipo!


Algunos dirán: “Pero eso es sólo la unción”. No, eso es el resultado de TODAS las siete experiencias del Atrio combinadas en una vida transformada. Sin embargo, no podemos separar la unción de la consagración y decir que necesitamos una y no la otra. Tampoco podemos aislar las vestiduras, el bautismo en agua, el perdón de los pecados ni incluso el arrepentimiento. Cada uno de estos fundamentos facilita algo para nuestra consagración. Estas experiencias combinadas culminan en la Ofrenda de Consagración, pero ahora la consagración ha avanzado de algo solamente externo hacia algo interno. Sólo de hacer su voluntad externamente a expresar lo que Él mismo es. Entonces el más alto llamado que podemos ver desde nuestra posición actual es el siguiente: “Si me has visto, has visto al Padre” “Yo sólo hago lo que veo hacer al Padre” “Yo no hago nada por mi propia iniciativa”. “Lo que escucho, eso hablo”. Entonces la consagración en este ámbito no se trata sólo de lo que hacemos o no hacemos (como ministerio), sino que la consagración es acerca de la obediencia para no hacer nada o no decir nada a menos que Él hable. ¡Por supuesto esto está mucho más allá de nuestra experiencia hoy en día! Sin embargo, esta disciplina es la obediencia de la Consagración. Ya que es el hombre exterior el que insiste en hacer, hablar o ir, es el hombre exterior el que necesita primero consagrar su cuerpo para hacer la voluntad de Dios. Esto es a lo que nos referimos como “Gracia de consagración.” Dado que esta obediencia exterior COMIENZA en el nuevo hombre interior, es aquí donde enfocamos nuestra Consagración de Lugar Santo. Es debido a este nivel de consagración que la actividad agresiva del hombre exterior es vista como irrelevante. Esta NO es una consagración para hacer algo, sino una consagración para SER ALGO. ¡Supongo que este es el nivel de consagración que conduce a ser HIJOS!


Los ministerios del Atrio sólo consideran a la actividad agresiva como un ministerio válido. Todo lo demás se ve como pereza o pérdida de tiempo o se considera como que no se tiene idea de lo que es un verdadero ministerio. Es obvio que aquellos que son guiados por la actividad agresiva se opondrán a cualquier ministerio que sólo espera en Dios y no hace nada por su propia iniciativa.


Ahora bien, es increíble como todo esto se revela en Levíticos 8, pero en forma de sombra y patrón. La Ofrenda de la consagración no se trata sólo de la muerte sino de la vida como resultado de la muerte o la resurrección. No es una resurrección del cuerpo físico como la que es compartida en un funeral, sino una resurrección a una nueva dimensión de la vida divina. La Muerte (responsabilidad disminuida) trabaja en el hombre exterior para que una nueva dimensión de la vida divina pueda trabajar en el hombre interior. Dado que en las ofrendas de consagración se incluyen tantas cosas que explican esta transición, desde el atrio exterior al ministerio del sacerdocio en el Lugar Santo, el estudio será más largo de lo habitual. Por esa razón estamos dividiendo este “Requisito Divino” de la consagración total en varios estudios.


Esta será la primera vez que he compartido este nivel de la consagración en un estudio exhaustivo. Por lo tanto, voy a tener mucho cuidado con cada parte de la Ofrenda de Consagración y compartir como si todo esto es totalmente nuevo. Algunos de los que lean esto ya habrán consagrado al hombre exterior para hacer la voluntad de Dios y habrán experimentado algunos cambios en su visión y comprensión. ¡La mayoría no habrán entendido la consagración de esta forma tan exhaustiva! Estoy seguro que este estudio tendrá que ser reajustado y se añadirán muchos detalles a medida que nuestra experiencia de la consagración se desarrolle y Dios siga lidiando personalmente con nosotros. Luego de este nivel de consagración viene la revelación personal que se suma a la experiencia de consagración y que requiere una consagración nueva y progresiva. ¿Cómo lo sabemos? ¡Por el Hijo Prototipo! Su consagración fue progresiva desde el bautismo hasta el Calvario.


Mucho de esto se revela en Levíticos 8 y algo en Éxodo 29, aunque no lo dice con estas palabras específicamente. Voy a añadir las Escrituras de Levíticos 8 aquí, para actualizar nuestro conocimiento.


Levíticos 8:2-5 Toma a Aarón y con él a sus hijos, y las vestiduras, el aceite de la unción, el novillo de la ofrenda por el pecado, los dos carneros y la cesta del pan sin levadura; (3) y reúne a toda la congregación a la entrada de la tienda de reunión. (4) Y Moisés hizo tal como el SEÑOR le ordenó, y cuando la congregación se había reunido a la entrada de la tienda de reunión, (5) Moisés dijo a la congregación: Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado hacer.


Levíticos 8:6-9 Entonces Moisés hizo que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua. (7) Y puso sobre él la túnica, lo ciñó con el cinturón, lo vistió con el manto y le puso el efod; y lo ciñó con el cinto tejido del efod, con el cual se lo ató. (8) Después le puso el pectoral, y dentro del pectoral puso el Urim y el Tumim. (9) Puso también la tiara sobre su cabeza, y sobre la tiara, al frente, puso la lámina de oro, la diadema santa, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.


Levíticos 8:10-12 Y Moisés tomó el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y todo lo que en él había, y los consagró. (11) Con el aceite roció el altar siete veces y ungió el altar y todos sus utensilios, y la pila y su base, para consagrarlos. (12) Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón y lo ungió, para consagrarlo.


Levíticos 8:13-14 Luego Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran y los vistió con túnicas, los ciñó con cinturones, y les ajustó las tiaras tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés. (14) Entonces trajo el novillo de la ofrenda por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda por el pecado.


Levíticos 8:15-17 Después Moisés lo degolló y tomó la sangre y con su dedo puso parte de ella en los cuernos del altar por todos los lados, y purificó el altar. Luego derramó el resto de la sangre al pie del altar y lo consagró, para hacer expiación por él. (16) Tomó también toda la grasa que había en las entrañas y el lóbulo del hígado, y los dos riñones con su grasa, y los quemó Moisés sobre el altar. (17) Pero el novillo, con su piel, su carne y su estiércol, lo quemó en el fuego fuera del campamento, tal como el SEÑOR había mandado a Moisés.


Levíticos 8:18-21 Entonces presentó el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. (19) Y Moisés lo degolló y roció la sangre sobre el altar, por todos los lados. (20) Después de haber cortado el carnero en pedazos, Moisés quemó la cabeza, los pedazos y la grasa. (21) Después de lavar las entrañas y las patas con agua, Moisés quemó todo el carnero sobre el altar. Fue holocausto de aroma agradable; fue ofrenda encendida para el SEÑOR, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.


Levíticos 8:22-23 Luego presentó el segundo carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. (23) Y Moisés lo degolló y tomó de la sangre y la puso en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, en el pulgar de su mano derecha y en el pulgar de su pie derecho.


Levíticos 8:24-25 Hizo también que se acercaran los hijos de Aarón; y Moisés puso sangre en el lóbulo de la oreja derecha de ellos, en el pulgar de su mano derecha y en el pulgar de su pie derecho. Entonces Moisés roció el resto de la sangre sobre el altar, por todos los lados. (25) Y tomó la grasa y la cola gorda, y toda la grasa que estaba en las entrañas, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y la pierna derecha.


Levíticos 8:26-28 Y de la cesta del pan sin levadura que estaba delante del SEÑOR, tomó una torta sin levadura, una torta de pan mezclada con aceite y un hojaldre, y los puso sobre las porciones de grasa y sobre la pierna derecha. (27) Entonces lo puso todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y lo presentó como una ofrenda mecida delante del SEÑOR. (28) Después Moisés tomó todo esto de las manos de ellos y lo quemó en el altar con el holocausto. Fue ofrenda de consagración como aroma agradable, ofrenda encendida para el SEÑOR.


Levíticos 8:29 Tomó también Moisés el pecho y lo presentó como ofrenda mecida delante del SEÑOR; era la porción del carnero de la consagración que pertenecía a Moisés, tal como el SEÑOR le había ordenado.


Levíticos 8:30 Y tomó Moisés del aceite de la unción y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y las vestiduras de sus hijos; y consagró a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él.


Levíticos 8:31-32 Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos: Hervid la carne a la entrada de la tienda de reunión, y comedla allí junto con el pan que está en la cesta de la ofrenda de consagración, tal como lo he ordenado, diciendo: “Aarón y sus hijos lo comerán.” (32) Y el resto de la carne y del pan lo quemaréis en el fuego.


Levíticos 8:33-35 Y no saldréis de la entrada de la tienda de reunión por siete días, hasta que termine el período de vuestra consagración; porque por siete días seréis consagrados. (34) El SEÑOR ha mandado hacer tal como se ha hecho hoy, para hacer expiación a vuestro favor. (35) Además, permaneceréis a la entrada de la tienda de reunión día y noche por siete días, y guardaréis la ordenanza del SEÑOR para que no muráis, porque así se me ha ordenado.


Levíticos 8:36 Y Aarón y sus hijos hicieron todas las cosas que el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés.


Cuando estudiamos estos detalles a la plenitud de la luz de la consagración (Luz del Atrio) sería lamentable que no viésemos que TODO lo que se necesita para el ministerio y la función del sacerdocio es suministrado en la consagración del Tabernáculo, la consagración de los sacerdotes y la consagración de sus vestiduras. Todo se revela en los múltiples detalles. Incluso el novillo de la ofrenda por el pecado está incluido en la consagración de los sacerdotes que habla de limpieza adicional del pecado y esto es, como añadidura a la primera ofrenda por el pecado.

 

Como un ejemplo de limpieza podemos ver Isaías 6 donde se refleja la limpieza adicional que se necesitaba antes de que Isaías pudiese hacer la transición al siguiente nivel del ministerio profético. Isaías no fue sorprendido en ningún pecado grave, sino en la inmundicia, y es esta “impureza” la que debe ser tratada antes de que podamos participar en la nueva dimensión de la Vida, el Espíritu y la Verdad. La inmundicia de Isaías estaba en su boca y debía ser tratada antes de que Isaías pudiese hablar en nombre de Dios en esta nueva dimensión de la profecía. Esta misma impureza es la que vemos en los profetas del Atrio hoy en día. No es que estos estén en pecado, sino que parecen estar limitados a la dimensión natural de la profecía. Una mayor y superior limpieza es enteramente parte del crecimiento.

 

Lo que no era pecado para nosotros, a primera instancia, en el altar de bronce, ahora se ha convertido en pecado en el segundo velo, aunque se vea solo como impureza. En el ámbito del Lugar Santo la impureza es PECADO, no de la misma línea que el pecado grave del altar de bronce, pero ambos son tratados con sangre. Hasta las vestiduras de los sacerdotes eran salpicadas con sangre como parte conjunta de su consagración. En la Ofrenda de Consagración debemos distinguir la diferencia entre la sangre derramada y la sangre de la aspersión. A pesar de que ambos son sangre hay una distinción clara entre lo que cada una provee en la Consagración.

 

En otras palabras, no hay ningún área de la vida de un sacerdote que esté exenta de consagración como la oreja derecha, el pulgar derecho y el dedo gordo de su pie derecho. Incluso las dos manos se completan en abundancia en la Consagración. Sin embargo, todo lo que es puesto en nuestras manos es ofrecido en el fuego. Hasta eso es parte de la Consagración y puede ser una de las cosas más difíciles de consagrar, incluso nuestra nueva vida, nuestras nuevas vestimentas de Cristo, nuestra nueva persona y nuestro nuevo ministerio. Incluso nuestra unción interior se coloca dentro de la Ofrenda de Consagración y esto incluye todos los lugares de nuestro ministerio. Sin embargo, nada de esto es sólo para calificar para el “ministerio terrenal”, sino para calificar para el sacerdocio eterno según el orden de Melquisedec.

 

Generalmente, podemos identificar al exceso de actividad con el ámbito del ministerio terrenal y el “ministerio”, que es del primer Adán. Incluso todas las actividades en el Tabernáculo, que estaban relacionadas con el trabajo del atrio eran para un propósito específico de perdón, limpieza, preparación o desarrollo. Nunca hubo ninguna actividad irrelevante que fuera para complacer al hombre, como lo vemos en el reino visible de hoy en día. Lo triste es que este “espectáculo” ni siquiera es reconocido como una pérdida de tiempo que no está produciendo NADA eterno. Es sólo “trabajo” como ver crecer la hierba. ¡Se trata de “actividad”, pero no está produciendo nada!

 

En la Ofrenda de Consagración no vemos ninguna actividad irrelevante. El novillo de la ofrenda por el pecado, el carnero de la ofrenda quemada y el carnero de la consagración, todos, cumplen con algunos requisitos eternos y proveen algo para nuestra calificación. Las prendas específicas, los accesorios, los sombreros, la sangre de la aspersión y el derramamiento de sangre son esenciales para el sacerdocio y para que podamos ser hijos de Dios. ¡Ninguna de estas cosas fueron usadas para espectáculo! Por lo tanto, cualquier “reunión” que no produzca algo eterno es una pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos. Asumir que estas reuniones irrelevantes en realidad agradan a Dios es simplemente ridículo. Si sólo hiciésemos lo que vemos hacer al Padre no habría reuniones irrelevantes. ¿Por qué? ¡Porque todo lo que Dios hace, de alguna manera, está diseñado para cumplir con SU propósito eterno! Sólo esta obra eterna es registrada en el cielo como fruto que permanece. Todo lo demás es una pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos.

 

Pero ¿por qué son tan extremistas si los líderes están haciendo lo mejor que pueden? Porque yo mismo he desperdiciado 30 años de mi vida haciendo muchas cosas irrelevantes que nunca produjeron NADA eterno. Si lo que se hace sin fe, es pecado, entonces ¿cómo evaluamos la actividad irrelevante diseñada por el hombre como “espectáculo”. Estas reuniones que satisfacen el ego y que se usan para ganar reputación y posiciones no están honrando a Dios, como erróneamente se asume. Si la rebeldía es como la brujería, ¿que son entonces las reuniones que impulsan y satisfacen el ego?

 

Si bien no es posible señalar todas las abominaciones que el hombre natural puede hacer en la iglesia como actividades religiosas, debemos entender claramente los numerosos problemas que la Ofrenda de Consagración está diseñada a corregir. La Ofrenda de consagración debe eliminar la fuente de todas estas abominaciones, y luego añadir todas las provisiones que necesitamos para hacer el ministerio real y cumplir con el propósito de Dios en el sacerdocio del Lugar Santo. Después de eso todavía tenemos que seguir hacia la perfección. Por lo tanto, cualquier actividad que no se esté llevando a cabo con este fin, es un engaño y una gran pérdida de tiempo.

 

Puesto que el hombre exterior/ natural / carnal está continuamente centrado en hacer actividades irrelevantes, él es el centro y foco principal de la Ofrenda de Consagración. Esta es la consagración a la que nos referimos en el Estudio original del Tabernáculo. Sin embargo, después de compartir este nivel de Consagración por más de 30 años, no hemos visto ningún beneficio eterno en nuestras propias vidas ni en las vidas de aquellos con los que hemos compartido las exigencias de la consagración del cuerpo. Ha sido solo recientemente que hemos entendido la nueva dimensión de la consagración, que es esencial, junto con la Consagración del Cuerpo. Esta es la consagración del nuevo hombre interior, ya que es él, quien debe cumplir el Sacerdocio según el Orden de Melquisedec. Perdí años enseñando sobre la consagración del cuerpo para hacer el Sacerdocio según el Orden de Melquisedec, simplemente porque ignoraba acerca de los dos carneros. Uno de ellos fue el “Carnero del holocausto” y el otro era el “Carnero de la Consagración.” Ambos son partes integrales de la Consagración. Yo sólo combinaba TODOS los sacrificios en un solo sacrificio como consagración del cuerpo para hacer la voluntad de Dios. Nunca vi que la Consagración del “Carnero del holocausto” debía ser aplicada al hombre exterior y la del “carnero de la consagración” debía ser aplicada al nuevo hombre interior que es el que es “ordenado” para hacer el Ministerio del Sacerdocio del Nuevo Pacto.

 

El “carnero de la consagración” es la palabra de la concordancia Strong "H4394; מלּא hebreo, "millu”, y significa (de H4390;) un cumplimiento (sólo en plural), es decir, (literalmente) un ajuste (de piedras preciosas), o (Técnicamente) la consagración (también concretamente un sacrificio de dedicación): - consagración, se establece.

 

Este es el “carnero de la consagración” a través del cual los sacerdotes eran “ordenados” para hacer su función. La palabra hebrea “ordenación” significa relleno o relleno de las manos. Cualquier “Ordenación” que no llena las manos es una pérdida de tiempo. Cualquier “ordenación” que llena las manos como una capacidad dada al hombre exterior es totalmente mal interpretada. ¿Por qué? Porque todo lo que se colocaba en las manos se ofrecía luego como humo en el altar de bronce. Las piedras preciosas que eran “engastadas” se encontraban en la placa del pecho del Sumo Sacerdote, que contenía el Urim y el Tumim. Estas dos palabras significan LUZ y PERFECCIÓN. Podríamos decir la luz (iluminación) para llevar a la perfección.

 

Incluso la “capacidad de consagración”, dada al nuevo hombre interior para funcionar en el Ministerio del Sacerdocio es devuelta a Dios como una “ofrenda de consagración” para que toda “la capacidad, la unción, la función y la dirección” sean suministradas solamente por el Padre dentro de la unción interior. ¿Cómo lo sabemos? Por ambos, por la manera y por el ejemplo del Hijo prototipo. ¿Qué manera A qué te refieres? Todo en el Tabernáculo era rociado con aceite y sangre. ¿Qué significa eso? El nuevo hombre interior es la morada de Dios y es el tabernáculo, el templo o el Santuario de la provisión del Nuevo Pacto. Por consiguiente, tanto el aceite como la sangre eran rociados en el interior del Santuario.

 

Levíticos 8:22-23 Luego presentó el segundo carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. (23) Y Moisés lo degolló y tomó de la sangre y la puso en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, en el pulgar de su mano derecha y en el pulgar de su pie derecho.

 

Levíticos 8:24-25 Hizo también que se acercaran los hijos de Aarón; y Moisés puso sangre en el lóbulo de la oreja derecha de ellos, en el pulgar de su mano derecha y en el pulgar de su pie derecho. Entonces Moisés roció el resto de la sangre sobre el altar, por todos los lados. (25) Y tomó la grasa y la cola gorda, y toda la grasa que estaba en las entrañas, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y la pierna derecha.

 

Dado que este es el “carnero de la consagración” no debemos pensar sólo en el hombre exterior, pero ahora tenemos que reenfocarnos en el nuevo hombre interior. No estamos ignorando el “carnero de la consagración”, aplicado también al hombre exterior, sino que ahora el foco está sobre el sacerdocio, la vida y el Ministerio del Lugar Santo, por tanto nuestro interés y definición está dirigido al nuevo hombre interior. ¿Por qué? Él es el único que fue diseñado para hacer el ministerio del nuevo pacto. Por lo tanto, la sangre derramada para nuestro oír, nuestro hacer y nuestro caminar, y la sangre de la aspersión se aplican al nuevo hombre interior y su morada. Esta morada se llama la “tienda” o el “tabernáculo”. Cuando reconocemos que “nosotros” moramos en esta “tienda” es que podemos hacer una distinción entre “nosotros” y la “tienda” en la que vivimos. La “tienda” es una entidad separada, aunque también es consagrada con sacrificio, sangre y aceite.

 

Algunas cosas como la impureza eran tratadas con el “Toro de la ofrenda por el pecado” Levíticos 8:17, Pero el toro y su piel y su carne y sus residuos, se quemaban en el fuego fuera del campamento, como Jehová lo había mandado a Moisés. Cualquier impureza se sacaba fuera y se quemaba en el fuego. La “basura” no es pecado, sino impureza. El pecado es tratado con la sangre sobre el altar de bronce y la “basura” se quemaba con la apariencia exterior, la piel, la carne, la parte natural. ¿Por qué? Todo es parte de la Consagración visto en diferentes dimensiones y con diferentes propósitos.

 

Después de haber ignorado tantas partes de la Ofrenda de Consagración durante tantos años, es vergonzoso ver todo lo que dejamos pasar inadvertido y todo lo que se aplicó erróneamente como parte de la nueva dimensión de la vida y función cristiana. Ahora, esto no es sorprendente, ya que no hemos visto los resultados esperados cuando compartimos la Ofrenda de Consagración en tantos lugares diferentes. Tal vez Dios nos dé otra oportunidad de compartir la nueva dimensión con una visión y una realidad más clara.

 

Por supuesto, primero tenemos que encontrar a los que no están satisfechos con el statu quo y que están dispuestos a participar en el sacrificio de la Ofrenda de Consagración. Si evaluamos estos requisitos en contraste con el evangelio popular de hoy en día, no esperamos que este sea un gran grupo!

 

Creemos que cuando la Ofrenda de Consagración sea completamente y claramente compartida, junto con ella serán también revelados el chantaje religioso, los estafadores profesionales en el púlpito, los engañadores egocéntricos y sin escrúpulos que buscan el prestigio, los líderes espiritualmente ciegos y los que prometen más de lo que pueden ofrecer.

 

Es una injusticia terrible que nuestra “formación natural e intelectual” se haya convertido en un sustituto de la preparación y el desarrollo espiritual que se revela en el libro de los Hechos. Jesús escogió pescadores ignorantes e incultos por una buena razón. Esta formación intelectual es irrelevante si no hay desarrollo de la integridad y el carácter de Cristo! Este desarrollo es parte de la consagración de los sacerdotes. La Formación Profesional y la clase profesional de líderes religiosos que resultó de la misma, marcó el declive de la Iglesia visible. ¿Por qué? Debido a que la iglesia nunca fue diseñada para ser administrada como una empresa ni dirigida por directores ejecutivos que han establecido sus propias normas, objetivos y agenda. Demasiadas iglesias visibles han aceptado este engaño como auténtico cristianismo.

 

La gran pregunta ahora es la siguiente: ¿Cómo puede esta perversión del cristianismo ser destruida y el verdadero cristianismo ser establecido una vez más? Crear programas nuevos y desarrollar sistemas nuevos de ofrendas, o presionar a los creyentes a que den más para poder expandir este evangelio erróneo para ganar más almas, obviamente no producirá nada ETERNO.

 

El “profesionalismo” en la iglesia visible ha sido exigido por líderes carnales durante todo el tiempo que estuve expuesto a estos sistemas religiosos. Sacar todas estas impurezas por la puerta del muladar (o de la basura) va a requerir más que un avivamiento o un viaje al basurero. Actualmente hay muchos “predicadores” que pueden identificar la “BASURA”, pero nadie parece saber cómo despojarse de ella. Supongo que la ofrenda quemada de consagración deberá recorrer un largo camino para poder incinerar toda esta “basura”.